(Caricatura de Henri Meyer, 1863)
Junto con Carmen, la otra obra que siempre se menciona al hablar de Bizet es la música incidental que compuso en 1872 para la pieza teatral L'Arlésienne, de Alphonse Daudet. Es otro caso que demuestra el enorme poder evocador que tenía Bizet para situar música dramática en un contexto espacial que apenas conocía (jamás estuvo en España y ahí está Carmen, y la Provenza en la que se desarrolla la obra de Daudet solo la visitó de paso, en su viaje a Roma después de ganar el premio de ese nombre). La música no tuvo demasiado éxito en su momento, a pesar de lo cual Bizet, convencido de su valía, extrajo una suite orquestal. Tras su muerte, Ernest Guiraud arregló una segunda. Aquí las tenéis.