27.2.17

Korngold: Concierto para violín en re mayor

En plena resaca de una ceremonia de los Óscar que tal vez sea más recordada por una olímpica equivocación que por las películas triunfadoras, se me ha ocurrido que la entrada de hoy tenga que ver con el cine. No porque traiga una banda sonora, aunque casi. Erich Wolfgang Korngold, austriaco de nacimiento, fue un niño prodigio de la música que se tuvo que exiliar a causa del nazismo. En Estados Unidos hizo fortuna como autor de partituras para películas; en este bellísimo concierto para violín utilizó varias melodías sacadas de algunas de ellas. Música casi de cine para empezar la semana.




20.2.17

Claudio Monteverdi: "Con che soavità"

Volviendo a la cuestión de los aniversarios redondos, uno de los más sonados de este año -o al menos así tendría que ser- es el de Claudio Monteverdi, cuyo nacimiento tuvo lugar en 1567 y del que, por tanto, se cumplen 450 años. No solo es una figura fundamental para uno de los géneros musicales más importantes, la ópera, sino que también fue, entre otras cosas, uno de los mejores escritores de madrigales, de los cuales nos dejó nueve libros. Hoy os traigo uno correspondiente al libro séptimo. "Con che soavità", para soprano y conjunto instrumental.

13.2.17

George Enescu: Sinfonía nº 3 en do mayor Op. 21 (pequeño homenaje a José Luis Pérez de Arteaga)

La pasada semana nos dejó José Luis Pérez de Arteaga, una voz más que familiar para todos los que gustamos de la llamada música clásica y somos más o menos asiduos de Radio Clásica. A mí me unía a Pérez de Arteaga una especie de relación amor-odio, por sus tics pedantescos (cómo olvidar esos "Modsart" o "Bedofen" o algunos de sus comentarios cuando llegaba el final del Concierto de Año Nuevo y nos tenía que explicar que "el concierto no ha terminado, como saben los palafreneros, conductores de tranvía, concertistas de pulso y púa, catadores de aceite de oliva, sexadores de pollos..."), unos tics que mi hermano, que no comparte estos gustos, siempre utilizaba para reírse de mí y de mi afición -en venganza por mis burlas de las suyas, claro está. Sin embargo, hay que reconocer que saber, sabía mucho y, aun siendo con esos modos tan peculiares, compartía ese saber con los demás y nos hacía aprender. Hoy traigo aquí una obra que me dio a conocer él, la tercera sinfonía del violinista y compositor rumano George Enescu (1881-1955). Quedé cautivado con ese tercer movimiento, en el que un coro sin palabras se une a la orquesta en un estilo que Pérez de Arteaga calificó de "hiperromántico" en aquella emisión de radio en la que pude escuchar esta obra por primera vez. Y es que si a mí me gustan los "raritos", qué decir de este inefable periodista al que, a pesar de todo, voy a echar tanto de menos...

6.2.17

Saint-Saëns: Salmo XVIII

Quienes conocen mis gustos musicales por haber compartido tertulia conmigo ya sea en foros o redes sociales, saben que hay una serie de compositores considerados "raros" cuya obra me encanta (Reger, Busoni, Respighi, Holst...) Uno de esos casos es el de Camille Saint-Saëns (1835-1921). No es que sea raro, es bastante conocido y algunas de sus piezas son enormemente populares, pero en general es considerado como un músico "menor", academicista, que poco ha aportado a la historia y la evolución de la música. Sin embargo, a poco que se escarbe en su obra se pueden encontrar cosas que rozan lo sublime. Además, nos podemos topar con curiosas paradojas, como por ejemplo que una persona que se confesaba atea sin ningún tipo de complejos escribiese una música religiosa tan magnífica como este Salmo XVIII que hoy os traigo.