30.1.18

Debussy: Trois chansons de Bilitis (1897-98)

Debussy conoció al poeta belga Pierre Louÿs a finales de 1893; viajó con él a su país con el fin solicitar el permiso de su paisano Maurice Maeterlinck para convertir Pelléas et Mélisande en una ópera. Pero ese no es el motivo de citarlo aquí. Louÿs escribió en 1894 un precioso libro de poemas titulado Les chansons de Bilitis. Lo hizo pasar por traducciones de unos versos encontradas en las paredes de una antigua tumba griega, escritas por Bilitis, una mujer nacida en Panfilia que luego pasó por Mitilene, en Lesbos -donde vivió una intensa historia de amor con otra mujer llamada Mnasidika- y acabó siendo cortesana en Chipre. Aunque Debussy consideró utilizar diversos textos de Louÿs para diferentes proyectos, el único que llevó a cabo fue este, el de poner música a tres de los poemas de Bilitis, La flûte de Pan, La chevelure y Le tombeau des naïades. También escribió música (para un pequeño conjunto instrumental) con la idea de acompañar su lectura. Este libro de poemas es bastante importante para mí, pues en mi faceta de aprendiz de escritor lo utilicé como hilo conductor para mi novela Variaciones sobre tres nombres (que, si os ha picado la curiosidad, podéis conseguir en Espacio Ulises). Aquí os dejo estas canciones con una intérprete de lujo, nada menos que doña Christa Ludwig.

22.1.18

Debussy: "Petite Suite"

Este año de 2018 se conmemorará el centenario de la muerte de Claude Debussy, uno de los nombres fundamentales de la historia de la música. Y de aquí al 25 de marzo, el día exacto de la efeméride, habrá un pequeño homenaje a esta figura colosal. Empezamos con una obra de juventud, la deliciosa Petite Suite, escrita originalmente para dos pianos entre 1886 y 1889 pero que se conoce más en la forma orquestal debida a uno de los colaboradores habituales del compositor, Henri Büsser (1907).

11.1.18

France Gall: "Poupée de cire, poupée de son"

Pocas, muy pocas veces pasarán por aquí músicas que no sean de las llamadas "clásicas". Y menos que pocas algo que tenga que ver con el festival de Eurovisión (con todos mis respetos). Sin embargo, la desaparición de France Gall, el pasado día 7, me hace traer aquí la canción con la que ganó dicho festival en 1965 siendo una cría de 17 años y que tal vez sea la mejor que haya pasado jamás por ese escenario. Eran otros tiempos...