29.8.22

Scriabin: Final ("Misteriya")

Scriabin (sentado a la izquierda de la mesa), invitado en la casa de Wladimir Metzl
(Berlín, 1910)

Tras sus periplos fuera de su país, Scriabin regresó a Rusia en 1909 y desde entonces su situación económica no hizo más que mejorar. Dio numerosos conciertos y llegó a un acuerdo con Jürgenson para publicar su música. También volvió a realizar varias giras exitosas por el extranjero; en Suiza conoció a Stravinsky (de quien dijo que su música tenía "un mínimo de creatividad"). En Londres tuvo una gran acogida en 1913, pero fue allí donde se descubrió una herida o forúnculo en el labio superior que debió de remitir sin más complicaciones. Sin embargo, en abril de 1915, poco después de su última aparición pública en Moscú, volvió a aparecer en el mismo lugar una especie de pequeño grano que fue a más y esta vez lo llevó a la tumba a causa de una septicemia. Era el 14 (27) de abril de 1915.

En la última entrada dedicada a Scriabin os hablé de Misteriya, su gran proyecto sinestésico. Empezó a trabajar en esta obra un tanto disparatada en 1903 y a su muerte tenía sus esbozos abiertos en el atril de su piano. En ella mezclaría la música con otros estímulos sensoriales: luz, tacto, olor... E iría más allá de un evento artístico multimedia en la que los espectadores no serían tales, sino participantes. Se tendría que interpretar a los pies del Himalaya y, cuando acabase, al cabo de la semana que tenía previsto que durase, con ella acabaría también el mundo y la raza humana sería reemplazada por "seres más nobles".

Como ya he dicho en otras ocasiones, la frontera entre el genio y la locura a veces es muy tenue; la obra quedó inconclusa, solo había esbozos de su preludio. El compositor ruso Alexander Nemtin tomó los 72 folios de bocetos que había dejado Scriabin y a partir de ellos creó L'Acte préalable, la preparación para el Misterio final, una piececita de casi tres horas de duración que aquí os dejo por si tenéis curiosidad (yo he de confesar que no la conozco; me basta con las obras para piano tardías para disfrutar de la última época creadora de Scriabin).