11.8.08

Los discos de la isla desierta: un capricho stravinskiano


The Original Jacket Collection
Stravinsky Conducts Stravinsky

Sony Classical SX9K 64316

Grabado en 1946-65 (9 discos)

Pues sí, un "capricho", porque tal vez sería más lógico recomendar la caja de 22 discos publicada también por Sony que contiene prácticamente las obras completas del autor y que no hace mucho ha reeditado con un precio magnífico, caja que incluye casi todo lo que aparece en estos nueve discos. Sin embargo, este álbum tiene algo especial; mejor sería decir esta colección, que Sony ha reunido bajo el nombre de "The Original Jacket Collection". También las hay dedicadas a Glenn Gould, a Leonard Bernstein, a Ithzak Perlman, a Jascha Heifetz... ¿Su peculiaridad? Que nos presenta los discos metidos en cajitas de cartón que son reproducciones a escala de las carpetas de los LP de Columbia publicados originalmente. Con ello, no sólo tenemos grandes obras musicales en versiones que suelen ser excelentes, sino una auténtica "pocholada" que hace las delicias de todo discófilo que se precie.

Ésta de Stravinsky es la única que tengo. Además de gustarme por lo que acabo de exponer, tiene un gran valor para mí porque gracias a ella conocí con algo más de profundidad la música de este gran artista, al cual como dijo alguien refiriéndose a Cervantes o a Joyce, tal vez "se comenta más que se escucha". Porque efectivamente, no habrá gran aficionado, aficionado de a pie o aficionadillo que no haya oído hablar, por ejemplo, del "tremendo escándalo" que supuso el estreno en París de Le Sacre du printemps (algo en lo que, por cierto, el mito ha desfigurado bastante la realidad), que quizá haya incluso escuchado esa gran obra y pueda tararear la célebre figura inicial del fagot (si no la confunde con la de la flauta del Preludio para la siesta de un fauno de Debussy). Pero ya no serán tantos los que hayan querido profundizar un poco más en la obra del ruso, que hayan ido más allá y se hayan empapado de la concisión y claridad de su etapa neoclásica. Y ya entran en el cupo de las minorías los que se han aventurado en su última fase, en la que adoptó sui generis el serialismo de Webern (más que el de Schoenberg).

Para todos ellos, éste es sin duda un álbum de la isla desierta. Para los que quieran disfrutar de los ballets más conocidos, para los que quieran conocer otras obras un poco más "ásperas" como la Sinfonía de los Salmos y para quienes quieran catar esa peculiar última fase. Y, sobre todo, para el coleccionista caprichoso.