19.10.07

Raros y rarezas: ¡"Clústers" a mediados del XIX!


Más que de raros o rarezas, este mensaje trata de curiosidades.

Su subtítulo podría ser el celebérrimo adagio latino "Nihil novus sub sole", que no nos dice otra cosa sino que todo está ya inventado y que todo descubrimiento siempre tiene su precedente. Se dice que el "descubridor" de la atonalidad fue Arnold Schoenberg, pero mucho antes que él ya la utilizaron en serio (escúchense los primeros compases de Les élements de Jean-Féry Rebel, una obra escrita ¡en 1737!) o en broma (hágase lo mismo con los últimos de la Broma musical KV 522 de Mozart).

Pero en el título está la palabra "clúster". ¿Qué es eso? Recurro a la Wikipedia, que incluye un completo artículo en español sobre ellos, para definirlos:

Un clúster o clúster tonal (del inglés cluster: "racimo" de notas) es realmente un acorde musical compuesto de semitonos cromáticos consecutivos distintos (por ejemplo, las notas do, do♯, re, re♯, mi y fa, sonando al mismo tiempo).

Según el mismo artículo, ya se empezaron a utilizar, bien que de forma muy esporádica, tan pronto como en 1600; Verdi comenzó su Otello con un prolongado "clúster" formado por las notas do, do sostenido y re, y hay otros muchos ejemplos de principios del siglo XX. Pero tal vez quien más popularizó el uso de este tipo de acordes fue György Ligeti en su obra Lontano.

Para hacernos una idea de cómo suena, podemos apoyar todo el brazo sobre el teclado de un piano para accionar muchas teclas continuas a la vez. Se trata de acordes enormemente disonantes y, por lo tanto, exoticos dentro de la armonía tonal que rigió la música occidental casi de manera exclusiva desde el siglo XVI hasta principios del XX.

En defintiva, que es algo que parece más propio de la segunda mitad del siglo XX, incluso de la actualidad, que de 1860, cuando Jacques Offenbach compuso su Carnaval des revues, obra en la que, valga la expresión, se cachondea de Wagner en línea con la opinión pública parisina de su época, que veía la llegada a la capital francesa del gran músico alemán como una especie de "invasión".

Éste es presentado en un breve e hilarante melodrama titulado Symphonie de l'avenir, en el que se aparece, cual caballo en cacharrería, entonando de forma estentórea su "Cabalgata de las valquirias" y presentando una extraña escena de boda acompañado por una orquesta plagada de politonalidades y "clústers". ¿Era Offenbach un visionario?

Lo que seguro era es un "cachondo mental"...

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