Y, como no podía ser de otra manera, termino este mes dedicado al trío para piano, violín y violonchelo con la obra culminante para este conjunto de Beethoven, el Trío Archiduque, escrito en 1811. Beethoven dio gran importancia a esta formación de cámara: no en vano, las primeras obras que consideró dignas de llevar un número de opus fueron tres tríos compuestos en sus primeros años de Viena y que pensó le darían un nombre como compositor y no simplemente como virtuoso del piano. Aquí tenéis este trío interpretado por uno de los más célebres conjuntos de cámara de todos los tiempos, el Trío Beaux Arts.
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