6.11.08

El curioso origen del cuarteto de cuerda

Para muchos, es la más perfecta combinación instrumental que existe: dos violines, una viola y un violonchelo. Un conjunto cuyo origen no está muy claro (al menos para el New Grove) y que desde mediados del siglo XVIII ha sido abordado con mayor o menor fortuna, con mayor o menor fecundidad por músicos de la talla de Haydn (al que muchos consideran su "padre"), Boccherini, Mozart, Beethoven, Schubert, Mendelssohn, Schumann, Brahms, Dvořák, Schoenberg, Bartók, Webern, Berg, Shostakovich o Ligeti. Una forma musical que ha dado a la humanidad algunas de sus mayores obras maestras (pensemos sólo en los últimos cuartetos de Beethoven).

Como se insinúa en el párrafo anterior, no está muy claro el origen del cuarteto de cuerda como forma musical, aunque -y otra vez sigo el New Grove- hunde sus raices en la escritura a cuatro partes de las sonate y concerti a quattro y las sinfonie italianos, en la sonate en quatuor y la ouverture à quatre francesas y, tal vez con mayor afinidad, en las sinfonías para cuatro partes del ámbito germánico. Sea como fuere, un grupo de compositores de origen diverso empezaron a componer cuartetos desde la década de 1750.

Sin embargo, si hemos de hacer caso a Georg August Griesinger, uno de los primeros biógrafos de Haydn, el cuarteto de cuerda tuvo un nacimiento muy claro y preciso. Lo narra de la siguiente manera:
La siguiente, puramente azarosa, circunstancia le llevó a probar la composición de cuartetos. Un cierto barón Fürnberg tenía una finca a varias jornadas de Viena; de vez en cuando invitaba a su párroco, a su guardés y a Albrechtsberger (hermano del célebre contrapuntista) para hacer un poco de música. Fürnberg pidió a Haydn que compusiese algo que pudieran tocan estos cuatro amigos del arte. Haydn, que tenía entonces 18 años, aceptó la propuesta y así se generó su primer cuarteto [incipit del Hob. III: 1] que, inmediatamente después de su aparición, recibió un aplauso tan fuera de lo común como para animarle a continuar en este género.

Así que el cuarteto de cuerda surgió en 1750 de forma casual, en una reunión de amiguetes (un conde, un párroco, un guardés y -menos mal- un músico) que, mira por donde, tocaban precisamente esa combinación instrumental. Cada cual que piense lo que desee...


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