7.11.22

Brahms: "Rinaldo", Op. 50

 

Mi ejemplar de las obras completas de Brahms

He de confesar que con mi batiburrillo mental y, a pesar de que creo tener todo controlado, hay cosas que se me pasan. Con respecto a este blog, en el que últimamente tengo muy en cuenta las celebraciones redondas, he de lamentarme de un terrible olvido. El pasado día 3 de abril se cumplieron 125 años de la muerte de Johannes Brahms. Sí, quizá no es tan redondo como otros aniversarios, pero creo que el personaje merecía una mejor atención.

Y eso que Brahms es un compositor que me caía mal. Prejuicios y errores. Empecemos con los prejuicios. Quien me conoce sabe que para mí Beethoven es Dios y, cuando era más joven, inexperto e impetuoso, no podía consentir que nadie cuestionase su divinidad. En cierta ocasión escuché hablar a la célebre pianista Paloma O'Shea sobre los conciertos para piano de Brahms y lo que dijo me escandalizó, pues indicó que eran el culmen del género. ¿Y los cinco de Beethoven? Solo más adelante, cuando yo mismo descubrí que lo mejor del piano del genio de Bonn no estaba precisamente en esos conciertos (y cuando empecé a disfrutar de los de Brahms) me di cuenta de ese error juvenil.

El error. Pensé que Brahms era un conservador, un compositor un tanto desfasado. Qué él y su amiguete Hanslick hicieron lo posible por fastidiar a genios innovadores como Wagner, Mahler o Bruckner. Pero luego supe (entre otras cosas) que nada menos de Schoenberg consideró a Brahms como un gran innovador (escribió un ensayo titulado Brahms el progresista) y, ¿quién soy yo para cuestionar a la cabeza visible de la Segunda Escuela de Viena?

Para purgar todas estas faltas voy a dedicar las siguientes entradas a don Johannes. Y voy a empezar con una de sus obras menos conocidas. Siempre se ha dicho que Brahms cultivó todos los géneros musicales salvo la ópera. Pues lo que hoy os traigo es lo más cercano a la ópera que compuso. Se trata de la cantata Rinaldo, Op. 50, basada en un texto de Goethe, que se estrenó en febrero de 1869. Los comentaristas no suelen decir cosas muy bonitas de ella ("debilidad dramática", "mediocridad" como la de obras análogas de Bruch, "interés secundario"; cfr. la "guía Scherzo" sobre el compositor, escrita por Arturo Reverter). A ver que os parece... (La versión tiene buena pinta: James King, Claudio Abbado; yo la conozco por Kollo-Sinopoli).

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