14.1.19

Berlioz: Messe solennelle

Aunque desde muy pequeño estuvo en contacto con la música, el destino de Berlioz era convertirse en médico. O al menos eso era lo que deseaba su padre, que lo mandó a París a estudiar medicina. Sin embargo, Hector tenía más inclinación por la música, que empezó a estudiar con su habitual ardor. Apenas llevaba un año en ese empeño cuando escribió esta Messe solennelle, la primera de sus obras que se escuchó en público y que le reportó un cierto éxito. Corría el año 1824. Más adelante Berlioz destruyó casi todas sus obras de este primer periodo; esta Misa se salvó porque tuvo que regalar el manuscrito (es posible que para saldar alguna deuda), el cual fue redescubierto más de cien años después de la muerte de su autor. El compositor aprovechó fragmentos de esta misa para obras posteriores, como la Sinfonía fantástica o el Réquiem.

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