21.12.06

Del 10 al 1: Haydn



Llegados a este punto, espero que se me permita una pequeña trampa en el repaso al top ten de mis compositores, puesto que Haydn no es el tercero de la lista, sino el segundo (con 274 obras en mi fonoteca). La explicación es sencilla: el tercero no es otro que Beethoven y, por razones obvias, lo voy a dejar para el final. Así que corro el turno.

Haydn es un músico que me acompaña casi desde los comienzos de mi afición por la música. En "mi" era del vinilo ya me resultaba familiar: el primer disco que tuve de su música contenía las sinfonías números 94, Sorpresa y 101, El reloj, ambas interpretadas por la Filarmónica de Berlín dirigida por Karl Richter. Cierto es que debieron pasar bastantes años antes de que me animase a conocer más música de Haydn (en concreto sus dos grandes oratorios), pero es que lo amplio de su producción me daba miedo, siendo como soy un "completista" compulsivo. Más de 100 sinfonías, casi 70 cuartetos para cuerda, casi 40 tríos para teclado y cuerda, 124 tríos para baryton, ese instrumento cuyo recuerdo se ha perdido... Y casi toda música de gran calidad, como corresponde a un gran genio, a uno de los pilares de lo que se conoce como "Clasicismo vienés", una de las épocas más fecundas y gloriosas de la historia de la música.

Franz Joseph Haydn nació en Rohrau, Austria, el 31 de marzo de 1732. A los ocho años entró a formar parte del coro de la catedral de San Eteban de Viena. Cuando mudó la voz tuvo que abandonarlo y comenzó una existencia precaria como músico por libre en la capital imperial. Esta zozobra vital y profesional duró hasta que en 1761 entró al servicio de la familia Esterházy, una relación laboral que se prolongaría durante casi 40 años. Haydn dispuso de una orquesta para poder estrenar prácticamente todo lo que componía y, cuando en la década de 1790 el interés de la principesca familia por la música decayó, se le dio libertad para viajar por Europa y propagar así su arte. Entre las consecuencias estuvo la composición de esas cumbres que son las sinfonías de París y de Londres. Al final de su vida Haydn se consagró a la composición de grandes obras corales, como sus grandes misas y los oratorios, especialmente La Creación y Las estaciones. Murió en Viena el 31 de mayo de 1809 siendo la figura musical más venerada de su época.

Más información, ejemplos y lista de obras de mi fonoteca en el foro.

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