El pasado día 24 de abril nos dejó la gran mezzosoprano alemana Chrsita Ludwig, uno de mis mitos y uno de los nombres que más se repiten en mi fonoteca cuando recorro ciertos repertorios. Desde Bach hasta Mahler, desde Beethoven hasta Wagner, el nombre de doña Christa aparece en grabaciones míticas como La Pasión según San Mateo, Die Zauberflöte o Fidelio dirigidos por Klemperer, el Tristán de Böhm en Bayreuth en 1966, el Tannhäuser de Solti o el álbum cuya foto os he puesto al comienzo de este texto, un magnífico recital de lieder de Brahms, Schubert, Richard Strauss, Reger, entre otras cosas interesantes. También en el Anillo del Met de Nueva York grabado en vídeo a finales de los años ochenta del siglo pasado, dirigido por James Levine.
Nació Christa Ludwig en Berlín el 16 de marzo de 1928. Hija de cantantes, se presentó con solo 18 años en Frankfurt. En 1955 se incorporó al elenco de la Ópera de Viena, donde estuvo casi treinta años. Se presentó en Estados Unidos en 1959, primero en Chicago y luego en el Metropolitan de Nueva York. En el Covent Garden de Londres apareció por primera vez en 1968. Entre 1957 y 1971 estuvo casada con otro de mis mitos, el bajo-barítono Walter Berry.
Como ilustración musical, os dejo este fragmento del último movimiento de Das Lied von der Erde, de Mahler, con Leonard Bernstein en la batuta.