21.1.19

Berlioz: "Roméo et Juliette"

Harriet Smithson como Ofelia

El 11 de septiembre de 1827 fue un día que sin duda Berlioz debió de recordar muchas veces a lo largo de su vida. En esa fecha tomó contacto por primera vez tanto con Shakespeare, que pasaría a ser considerado por él como la cúspide de la poesía, como con la actriz irlandesa Harriet Smithson, que en aquella ocasión interpretó a la Ofelia de Hamlet. Muy poderoso tuvo que ser el influjo, pues la obra se hizo en inglés, lengua de la que Berlioz no entendía ni una palabra. El arrobamiento del compositor lo llevó a escribir cartas a la actriz de un ardor tal que provocó el pánico en la joven, que lo rechazó. Ahí tenemos el origen de la Sinfonía fantástica, donde se pretende narrar esa pasión no correspondida. Fue la gran impresión que causó en Harriet la escucha de esa misma obra la que le hizo cambiar de opinión; acabaron casándose, tras un peculiar noviazgo, en 1833. Tuvieron un hijo, pero el matrimonio duró poco: las extrañas expectativas románticas de Berlioz, los sempiternos problemas económicos -por no llamarlos privaciones- y la barrera del idioma, que nunca se derribó del todo, hicieron que antes de nueve años estuviesen ya separados. Harriet murió en 1854, tras varios años de parálisis causada por una apoplejía. Berlioz siempre estuvo pendiente de ella a pesar de la separación.

Volviendo a la otra revelación de aquel martes de septiembre, Shakespeare inspiraría numerosas obras de Berlioz. De ellas, quizá la más famosa sea la sinfonía dramática Romeo y Julieta, compuesta en 1839 en gran parte gracias a un regalo de 20.000 francos hecho por el gran violinista Paganini (admirado por otra de sus obras, Harold en Italia, de la que hablaré en otra entrada). Aquí os la dejo completa, en una versión de referencia.


14.1.19

Berlioz: Messe solennelle

Aunque desde muy pequeño estuvo en contacto con la música, el destino de Berlioz era convertirse en médico. O al menos eso era lo que deseaba su padre, que lo mandó a París a estudiar medicina. Sin embargo, Hector tenía más inclinación por la música, que empezó a estudiar con su habitual ardor. Apenas llevaba un año en ese empeño cuando escribió esta Messe solennelle, la primera de sus obras que se escuchó en público y que le reportó un cierto éxito. Corría el año 1824. Más adelante Berlioz destruyó casi todas sus obras de este primer periodo; esta Misa se salvó porque tuvo que regalar el manuscrito (es posible que para saldar alguna deuda), el cual fue redescubierto más de cien años después de la muerte de su autor. El compositor aprovechó fragmentos de esta misa para obras posteriores, como la Sinfonía fantástica o el Réquiem.

8.1.19

Berlioz: "Symphonie fantastique"

Llegó un nuevo año y, siguiendo la costumbre, dedicaré algunas de sus primeras entradas a compositores que se van a celebrar por algún aniversario. El más importante de los que me vienen a la cabeza es Hector Berlioz, nacido en 1803 y muerto en 1869. En 2019 se cumplen, por tanto, 150 años de su desaparición. No es la de Berlioz una música apreciada por todo el mundo; se trata de uno de los arquetipos de músico romántico, de vida y obra atormentadas. En estas entradas iré desgranando algunos detalles tanto de una como de la otra. Empiezo con la que tal vez sea su obra más famosa, la Sinfonía fantástica que escribió con apenas 25 años y que para algunos es la piedra angular del poema sinfónico, ese género musical que acabaría marcando la música de grandes compositores como Liszt o Richard Strauss. Aquí la tenéis en una versión espectacular, como todas las debidas a Leopold Stokowski.