24.11.25

Britten: "Hymn to St Cecilia"

Santa Cecilia tocando el laúd (c. 1616), de Artemisia Gentilischi
(Galeria Spada, Roma)

El pasado sábado, 22 de noviembre, se celebró la festividad de Santa Cecilia, patrona de la música. Un patronazgo un tanto peculiar, pues parece ser que se debe a un error de traducción... Cecilia, noble romana convertida al cristianismo y por ello martirizada a finales del siglo II o comienzos del III, se hizo acreedora a la escritura de unas Actas en las que, según algunos, se hablaba de "instrumentos musicales" que sonaban durante su martirio. Pero otros dijeron que, en realidad, lo que ahí estaba escrito era "instrumentos de tortura". Sea como fuere, ha llegado hasta nuestros días como tal, como el referente musical en el santoral y el martirologio y con eso me quedo.

Muchos compositores han escrito obras en su homenaje. Hoy os voy a traer la de uno del siglo XX, Benjamin Britten, del que supongo que hablaré bastante el próximo año, ya que se van a cumplir cincuenta de su muerte. Britten empezó a escribir su Hymn to St Cecilia a comienzos de la década de 1940, mientras vivía en los Estados Unidos, sobre un texto de W. H. Auden. Cuando en 1942 volvió al Reino Unido, los aduaneros estadounidenses le confiscaron el manuscrito y al llegar a su país  hubo de reescribir gran parte de memoria. Aquí lo tenéis, en la versión del grupo VOCES8.

17.11.25

Shostakovich: Cuarteto de cuerda n.º 3 en fa mayor Op. 73


Foto de mi grabación de los cuartetos de Shostakovich por el Fitzwilliam

Shostakovich, de quien conmemoramos el 50º aniversario de su muerte (y de quien así despido también mi humilde homenaje), compuso una buena cantidad de música de cámara, entre la que destacan sus quince cuartetos de cuerda. Se trata de un medio en el que cualquier compositor ha de pensárselo mucho antes de embarcarse, con los ejemplos de Beethoven o Bartók haciendo notar su aliento en la espalda. Shostakovich tardó un poco en lanzarse, pues su primer cuarteto data de 1938 y tardó seis años en componer el siguiente. No hay, por tanto, una diferenciación del antes y el después del célebre artículo de Pravda que lo obligó a cambiar el planteamiento de su música -como sí ocurrió en el caso de las sinfonías-. El caso es que nos dejó un legado más que interesante en este medio. Termino con estas palabras de Alan George, el comentarista de una de las grabaciones canónicas de estas obras (la del Cuarteto Fitzwilliam): "Ha de señalarse que, a diferencia de Beethoven o Bartók, Shostakovich nunca buscó llevar el medio más allá de sus límites ya existentes: de hecho, lo aceptó como era, refinándolo y sublimándolo gradualmente. En este sentido, difícilmente se puede considerar que haya expandido la técnica del cuarteto de cuerda, aunque si incrementó o no su rango expresivo es una cuestión completamente distinta". Aquí os dejo una interpretación del Cuarteto número 3 en manos de uno de los conjuntos de esos que todo el mundo considera que mejores lecturas ha dejado de ellos, el Cuarteto Borodin.



3.11.25

Bizet: "Carmen"

Mi partitura de Carmen junto con el libreto de la primera grabación que tuve

¿Qué decir de Carmen, la obra maestra de Bizet que, lógicamente, he elegido para cerrar este pequeño homenaje en su sesquicentenario? Tal vez la ópera más popular (como ya lo vaticinó Chaikovsky), la elegida por Nietzsche para oponerse a Wagner, la que contiene alguna de las piezas más populares de la llamada "música clásica"... He de decir que también es una de mis óperas favoritas, por muy wagneriano que yo sea (peregrinaje a Bayreuth incluido; por si no lo sabíais, podéis leer las entradas de este blog tituladas Bayreuth (I), Bayreuth (II) y Bayreuth (y III)).

En la imagen que encabeza esta entrada veréis el libreto de la primera grabación de Carmen que conocí, colocada sobre la partitura de la obra. No fue en la versión que allí aparece; hace casi cuarenta años mi padre me trajo los discos de vinilo de la biblioteca de la base aérea de Torrejón, donde la atesoraban los americanos, y me la grabé en cintas de dióxido de cromo. Con el tiempo me hice con los CD. Proviene de la película que realizó en 1984 Francesco Rossi y que contó con un elenco maravilloso: Julia Migenes Johnson como Carmen, Plácido Domingo como don José o Ruggero Raimondi como Escamillo. Una versión que restauraba algunas partes que no se solían interpretar (luego he sabido que hay numerosas versiones de la ópera y no hay una que sea canónica; incluso la hay con recitativos -escritos por Ernest Guiraud, amigo de Bizet- sustituyendo los diálogos hablados).

Y aquí me quedo. Os dejo con una versión de garantías, donde Carmen es interpretada nada menos que por Teresa Berganza. Disfrutadla.