Gabriel Fauré, fotografía de Eugène Pirou (c. 1900)
Como decía la canción de Gabinete Caligari (la suya referida a una noche), el fin de semana ha sido "largo y lleno de emoción", de ahí que ahora no tenga mucho tiempo para pensar en una entrada con la que empezar la semana. Así que voy a recurrir a uno de los grandes compositores de quienes este año recordamos algún aniversario redondo, Gabriel Fauré. Y siguiendo con la línea de no calentarme demasiado la cabeza, voy a traeros la que quizá sea su obra más conocida, la Pavana. Fauré escribió esta obra en 1887, en una versión puramente instrumental; unos años después se le añadió un coro cuyo texto se debe al conde Robert de Montesquiou, quien al parecer fue el modelo para el barón de Charlus de En busca del tiempo perdido, de Proust. Con esta pieza, Fauré, que frecuentaba el salón de Marguerite Baugnies (quien hacía las veces de su mecenas), se quiso introducir en los círculos de la alta sociedad. Para ello elaboró esta versión cantada que, además, se podía danzar (y así se hizo en una fiesta en el Bois de Boulogne en el año 1891). Un caramelo para ese tipo de gente... Aquí la tenéis, en la versión de una agrupación de la Comunidad Valenciana. (La información la he tomado de los comentarios de Kenneth Chalmers a la grabación que hizo Seiji Ozawa con la Orquesta Sinfónica de Boston y el Coro del Festival de Tanglewood en noviembre de 1986)
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