Imagen del estreno de La fanciulla del West en el Met, el 10 de diciembre de 1910
Giovanni Giacosa murió en 1906, y la colaboración con Luigi Illica llegó a su fin cuando Puccini rechazó un proyecto sobre María Antonieta que le había ofrecido el libretista de sus anteriores óperas. Así que no le quedó otra que hollar nuevos caminos. Desde la conclusión de su anterior obra, Puccini había estado a la búsqueda de asuntos buceando en la obra de escritores tan importantes como Kipling, Tolstoi o incluso Gabrielle d'Annunzio, con quien, para algunos, se habría logrado una suerte de culmen de la cultura italiana, a pesar de que los mundos de compositor y literato eran prácticamente opuestos.
Finalmente, se decidió por otra obra del dramaturgo norteamericano David Belasco, el mismo autor en el que se había inspirado para su ópera anterior, esta vez trasladando el escenario desde Japón hasta el Lejano Oeste. Puccini se basó en The Girl of the Golden West para su siguiente ópera, en la que contó con Guelfo Civinini y Carlo Zangarini para un libreto cuya dramaturgia en realidad controló él. La pieza se estrenó en el Met de Nueva York el 10 de diciembre de 1910, con Enrico Caruso, Emmy Destinn y Pasquale Amato asumiendo los papeles principales y con la dirección de Arturo Toscanini. Fue un rotundo éxito, tanto musical como económico. He de confesar que no es de las obras de Puccini que más escuche. Aquí os la dejo, para que la catéis.
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