15.6.20

Beethoven: "Las criaturas de Prometeo" Op. 43

Las criaturas de Prometeo es uno de los dos ballets de Beethoven (el otro es el Ritterballet WoO 1, escrito en Bonn en 1790-91 y que en principio se presentó como obra de uno de sus principales protectores allí, el conde Waldstein). Esta segunda pieza, basada en un libreto de Salvatore Viganò que no se conserva, se compuso en 1800-01 y se estrenó el 28 de marzo de 1801. No se publicó su versión orquestal en vida de Beethoven. Va a servir esta obra no muy conocida para hablar de las relaciones de Beethoven con Haydn en los primeros tiempos de Viena; os pongo dos fragmentos de mi Vida de Ludwig van Beethoven:


Muy poco después de la llegada a Viena comenzaron las lecciones con Haydn. Ya el 12 de diciembre [de 1792] hay en el diario la anotación de un pago de 8 groschen para el maestro; en octubre del año siguiente aún se encuentran notas sobre compras de chocolate y café para Haydn. Esto demuestra que las clases se mantuvieron al menos hasta la partida de Haydn para su segundo viaje a Londres, en enero de 1794. 

Las lecciones de Haydn se basaron sobre todo en el contrapunto y utilizó como libro de texto un resumen hecho por él del Gradus ad Parnassum de Johann Joseph Fux. Se conservan 245 ejercicios de los realizados por Beethoven para Haydn, de los cuales 42 están corregidos. Pero hubo fallos cometidos por Beethoven que Haydn no vio y también fallos cometidos por él mismo. Esto demuestra que no dedicó todo el tiempo necesario a la instrucción de su alumno, dado que tenía muchas otras obligaciones, como preparar su inminente y nuevo viaje a Londres. Y esa falta de constancia es lo que seguramente llevó a Beethoven a decir que aunque hubiese recibido algunas lecciones de Haydn jamás había aprendido nada de él y a negarse a poner junto a su nombre en sus primeras obras el añadido «alumno de Haydn», como le hubiese gustado al maestro. (p. 31)

No hay pruebas que indiquen que Beethoven reanudase las clases con Haydn después del regreso de este de Inglaterra, en agosto de 1795. Lo más seguro es que siguiese teniendo el respeto debido a un músico tan venerable, pero no sin críticas e incluso ataques. Ries nos dice que «Haydn rara vez salía sin alguna pulla. El rencor de Beethoven en este caso es probable que se remontase a tiempos anteriores». Otra prueba de esta latente rivalidad fue la innecesaria réplica de Beethoven cuando Haydn lo felicitó por la música que compuso para Las criaturas de Prometeo: «Querido papá, es usted demasiado bueno, pero no es La creación ni mucho menos». La respuesta de Haydn fue lógica: «No, no lo es ni creo que nunca lo sea». (p. 33)

Pues aquí tenéis la obra que provocó el comentario elogioso del maestro, la respuesta insolente del discípulo y la réplica áspera otra vez del maestro:

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