Se dice que el medio natural de Berlioz era la gran orquesta. En efecto, muy pocas obras se cuentan en su catálogo que no la tengan como protagonista. Y la segunda estrella principal es la voz humana. Ya hemos hablado de sus óperas y de otras obras más difíciles de clasificar en la que el canto desempeña un papel fundamental. Berlioz compuso, asimismo, numerosas canciones; de ellas, acaso las más célebres sean estas Nuits d'été, sobre textos de Théophile Gautier, que en principio escribió para piano y voz (en 1841) y orquestó quince años después. Os las dejo en una de las voces que mejor las ha cantado, la de Janet Baker y concluyo así este pequeño homenaje a Berlioz en el sesquicentenario de su muerte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario