Para quien sea un creyente convencido, la muerte no es más que un paso hacia una vida mejor. Eso debía de pensar Gabriel Fauré, que escribió un Réquiem al que más de uno ha llamado "nana de la muerte". Exento de los terrores del Dies irae, lleno de paz y calma, concluye con una de las músicas más maravillosas y consoladoras que se puedan escuchar, este In Paradisum.
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