28.10.24

Más aniversarios: Richard Strauss y David Oistrakh

 




Abro un nuevo paréntesis en el homenaje a Bruckner y Puccini para celebrar a otros dos grandes nombres de la música que me gusta de quienes este año de 2024 se celebra un aniversario más o menos redondo. Se trata de Richard Strauss, de quien el pasado 9 de septiembre se cumplieron 75 años de su muerte, y de David Oistrakh, que se marchó de este mundo un 24 de octubre de hace cincuenta años.

Strauss, ¿el maldito?

De Richard Strauss muchas veces se habla más mal que bien. Ya no solo por su ambigua relación con el nazismo (ambigua solo en la superficie; sí, es cierto que se quedó en la Alemania de Hitler, pero siguió, al menos en principio, trabajando con libretistas judíos como Stefan Zweig y su propia nuera también era judía), sino por su supuesto conservadurismo, su "vuelta atrás" después de dos obras maestras como Salome y Elektra para componer ese divertimento vienés llamado El caballero de la rosa... Incluso de una maravilla como las Cuatro últimas canciones he llegado a leer que su principal defecto es "estar compuestas con cincuenta años de retraso". En fin, estamos ante un compositor colosal, que también defendió en su momento las vanguardias aunque luego no formase parte de ellas y que tiene una música más que disfrutable, a veces vulgar -en apariencia- pero siempre brillante y magnífica. Os dejo aquí precisamente esa maravilla que son las Cuatro últimas canciones, en una excelente versión.


David Oistrakh, siempre decadente

Es curioso, porque en muchas grabaciones de las que tengo protagonizadas por este gran violonista de origen ucraniano (nació en Odessa en 1908) se dice que no está en su mejor momento. Incluso hay quien se permite la frivolidad de decir que "su barriga creció al mismo ritmo que su decadencia". Ni caso. Estamos ante uno de los mejores violinistas del siglo XX, que nos ha dejado auténticas maravillas, como la que os pongo a continuación, un arreglo del sublime Clair de lune de Debussy. Puro décadentisme. Disfrutadlo.

21.10.24

Puccini: Preludio del acto tercero de "La rondine"

El Carltheater de Viena, hacia 1906

Llego a La rondine, la siguiente obra de Puccini, que es precisamente una de las que no conozco y jamás he escuchado. Lo cierto es que es algo diferente a las demás, una opereta encargada en Viena por los empresarios del Carltheater y por la que ofrecieron unos generosos honorarios. Después de La fanciulla del West Puccini no sintió la necesidad imperiosa de ponerse de nuevo a trabajar en nuevos proyectos; a esto se unió la muerte de Giulio Ricordi en 1912, lo cual supuso la ruptura de nuesto compositor con esa empresa.

La historia de La rondine, original de Alfred Maria Willner y Heinz Reichter, fue convertida en un libreto adecuado para Puccini por Giuseppe Adami y en realidad no se estrenó en Viena, algo quizá lógico por los tiempos de guerra, sino en Monte Carlo, el 27 de marzo de 1917. Tampoco es que sea un disparate, ya que al parecer su trama se desarrolla precisamente en la Costa Azul.

Como os digo, no la conocía, así que no la traigo entera. Aquí tenéis el preludio del acto tercero.


 

14.10.24

Bruckner: Sinfonía n.º 6 en la mayor

August Göllerich, hacia 1900 (1859-1923)

La Sexta Sinfonía de Bruckner es una de las menos problemáticas en cuanto a versiones y ediciones, lo cual no quiere decir que no sufriera lo suyo en su momento. El maestro la escribió entre septiembre de 1879 y septiembre de 1881 y no la sometió a revisión alguna. Cierto que tampoco la pudo escuchar completa en vida. Aunque al año siguiente de su conclusión se empezó a ensayar y la Filarmónica de Viena interpretó el Adagio y el Scherzo en un concierto que tuvo lugar en febrero de 1883, la primera vez que se ofreció completa fue en 1899, en una versión tan modificada que la hacía irreconocible (y ello a pesar de que la dirigió nada más y nada menos que Gustav Mahler). Fue su discípulo y paisano Agust Göllerich (que por eso encabeza esta entrada) quien por fin la dio a conocer tal y como la concibió su autor el 13 de diciembre de 1901. Se trata de una obra más breve y concisa que sus predecesoras; os la ofrezco interpretada por uno de los brucknerianos más reconocidos, Sergiu Celibidache.

(Datos tomados del comentario sobre la obra incluido en la grabación de Otto Klemperer y la Nueva Philharmonia en EMI, cuyo autor es Peter Branscombe)

 

7.10.24

1934: El "annus horribilis" de la música británica

De izquierda a derecha, Edward Elgar, Gustav Holst y Frederick Delius

Voy a hacer un pequeño paréntesis en el homenaje a Puccini y Bruckner en el año de sus centenarios para referirme a lo que alguno llamó el annus horribilis de la música británica, del que se cumplen 90 (no es un aniversario redondo, ya, pero bueno...) Se trata de 1934; entre febrero y junio de ese año desaparecieron las tres figuras más importantes que había dado aquel país desde Purcell. Os voy a traer algunos ejemplos de su música.

Elgar: el de las Variaciones "Enigma"

Edward Elgar, nacido cerca de Worcester en junio de 1857, fue el que primero empezó a descollar en un país en el que, como ya he dicho, no había surgido un músico de mérito desde finales del siglo XVII (hagamos excepción de Händel, de quien se han apropiado los británicos aunque era alemán). Lo más conocido de Elgar son sus Variaciones Enigma y algunas de sus marchas de Pompa y circunstancia, pero hoy os quiero traer alguna cosa menos trillada. También compuso oratorios profanos (Caractacus, El sueño de Geroncio) en una época en la que la ópera, en su país, era italiana o no era, así como música de cámara. Aquí tenéis su Cuarteto de cuerda, una pieza de 1918 escrita en un breve momento de lucidez tras la depresión que supuso la guerra mundial. Elgar murió en Worcester el 23 de febrero del año fatídico de 1934.


Holst: el de Los planetas

De Gustav Holst no hace mucho que hablé por aquí, ya que en este año además se conmemora el sesquicentenario de su nacimiento (que tuvo lugar en Cheltenham en septiembre de 1874). Ya entonces comenté que parece que no hubiese compuesto algo que no sea Los planetas, su celebérrima suite orquestal y os presenté otra obra. Hoy haré lo mismo y os traigo Egdon Heath, una pieza de 1927 que el propio Holst consideraba como la mejor de sus obras; a ver qué opináis. Holst se marchó de este mundo en Londres, el 25 de mayo de 1934.


Delius: el de...

Frederick Delius quizá sea consdierado británico (nació en Yorkshire en enero de 1862), pero por su origen (alemán) y por sus numerosos viajes y su poco arraigo por ningún sitio tal vez sea la mejor definición de "ciudadano del mundo" (otros, quizá más pesimistas, lo llamarían "apátrida"). De él no he destacado ninguna obra porque no tiene, como los otros dos, una que lo defina entre el gran público. (Yo solo conozco catorce de sus composiciones). No sé si será la más célebre para quienes sean más entendidos que yo, pero de todas las que he escuchado es la que más me ha gustado; tanto, que incluso me hace echar alguna lagrimilla. Hoy os traigo Appalachia, una obra de 1902 que es un conjunto de variaciones para orquesta y voz sobre un viejo canto de esclavos, inspirada por su estancia en Florida siendo joven. Delius murió en la localidad francesa de Grez-sur-Loing el 10 de junio de 1934.