22.6.20

Beethoven: Trío para piano, violín y violonchelo nº. 3 Op. 1 nº. 3

Los tres Tríos Op. 1 fueron las primeras obras a las que Beethoven consideró dignas de dar un número de opus. A cuento de una de ellas hubo otro encontronazo con Haydn, que os cuento en este fragmento de mi Vida de Ludwig van Beethoven:

Sin duda el proyecto más ambicioso de estos primeros meses en Viena fueron los tres tríos para piano que empezó a escribir en 1794 (aunque es posible que ya se trajese esbozos de Bonn) y que son las primeras obras que consideró merecedoras de llevar un número de opus. Estas piezas musicales se ensayaron a conciencia y se presentaron en casa del príncipe Lichnowsky, a quien están dedicadas. En agosto de 1795, cuando aún no se habían publicado, regresó Haydn de Inglaterra y, como es lógico, se requirió su opinión sobre estas primeras obras importantes del que todo el mundo seguía considerando, sobre todo, su alumno. Ries cuenta que Haydn alabó las obras, que habían causado una «tremenda convulsión», pero aconsejó a Beethoven que no publicase el último de los tríos, ya que, según dijo después al propio Ries, consideraba que el público no lo entendería bien y por lo tanto no sería recibido como se merecía. Sin embargo, Beethoven se lo tomó a mal y consideró que su antiguo maestro hablaba movido por la envidia y no tenía buena disposición hacia él. 

Finalmente, en julio-agosto de 1795, el editor Artaria publicó los tríos tal cual, sin seguir el supuesto consejo de Haydn. Fue una edición por suscripción; el príncipe Lichnowsky compró 20 ejemplares, tres su esposa, la princesa Christiane, y dos cada uno su hermano el conde Moritz (que, como su cuñada, era un excelente pianista) y su hermana la condesa Henriette. En total, se suscribieron 123 personas que se hicieron con 241 ejemplares. Beethoven pagó a Artaria un florín por cada ejemplar y la suscripción fue de 1 ducado. Teniendo en cuenta que, aproximadamente, un ducado equivalía a 4,5 florines, Beethoven obtuvo un beneficio bastante considerable de su primera aventura músico-editorial. (p. 46)

Aquí tenéis el tercero de los Tríos, el objeto de la polémica.

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