Se van a cumplir cincuenta años de la aparición de este importante álbum, quizá uno de los mejores del siglo pasado. Al parecer, habían encargado a los Moody Blues hacer una versión rock de la Novena Sinfonía de Antonín Dvořák; por suerte no hicieron caso (menudo engendro habría salido) y reunieron estas canciones de modo que formaron un continuo, un repaso a las horas del día enlazadas por interludios orquestales obra de Peter Knight, que también dirigió la London Festival Orchestra. El resultado fue la maravilla que os traigo hoy.