Hoy hace 190 años que murió Beethoven en la Schwarzspanierhaus de Viena. Tras cuatro meses y pico de enfermedad, sucumbió a un desorden de tipo hepático. La última pieza que logró terminar fue el nuevo final del Cuarteto Op. 130, escrito cuando fue convencido de que la Grosse Fuge era "demasiado" para los oyentes de aquella época y consintió en sustituirla por un fragmento mucho más convencional que completó en Gneixendorf, en casa de su hermano Nikolaus Johann. Sirva esta pieza como homenaje al genio de los genios en un día como hoy.
26.3.17
13.3.17
Beethoven: Sonatina para fortepiano y mandolina en do mayor WoO 44a
La visita de Beethoven a Praga en 1796, en el marco de la que fue su primera gran gira desde que en 1792 se estableciese en Viena, tuvo como resultado la composición de algunas piezas para mandolina, que forman parte de lo más "raro" en la producción del genio. Es muy probable que fuesen escritas para la condesa Josephine de Clary (1777-1828), cantante e intérprete de mandolina aficionada (para ella también fue el aria Ah, perfido!). Aquí os dejo una de esas piezas para mandolina y piano, en concreto la Sonatina en do mayor WoO 44a, creada en ese año de 1796 pero que no apareció publicada hasta 1912.
6.3.17
Beethoven: Gran fuga para cuarteto de cuerda en si bemol mayor Op. 133
Este mes de marzo se van a cumplir 190 años de la muerte de Beethoven, así que voy a dedicar estos comienzos de semana al genio de los genios, a ser posible con cosas poco habituales. Tal vez no sea el caso de lo de hoy, una de las obras más colosales y radicales, hito de la época creadora más tardía de don Ludwig. Se trata de la Gran fuga para cuarteto de cuerda que se pensó como final del Cuarteto Op. 130 (y que muchos conjuntos han restaurado como tal) pero que a causa de su dificultad fue publicada como una obra diferente, en un extraño caso de aquiescencia del compositor a los ruegos de los editores. Aquí la tenéis en manos más que expertas.