En mis aficiones musicales muchas veces tengo la sensación de ser un "defensor de causas perdidas" dado mi gusto por compositores no muy habituales (Reger, Busoni, Respighi...) En el caso del barroco me pasa con Heinrich Ignaz Franz von Biber (1644-1704), tremendo virtuoso del violín y compositor visionario. Aquí os dejo un raro ejemplo de música rabiosamente descriptiva, su Sonata representativa.
29.9.14
15.9.14
Brahms: Obertura para un festival académico, Op. 80
Acaba de comenzar el curso y, pensando en una música apropiada para ello he caído en el resultado más obvio: la Obertura Académica de Brahms. La Universidad de Breslau (hoy Wroclaw, en Polonia), le otorgó un doctorado honoris causa y el compositor, en agradecimiento, escribió en 1880 esta pieza en la que cita diversas canciones estudiantiles de su época, difíciles de reconocer para nosotros, y culmina con algo que sí que nos sonará mucho a quienes trabajamos en la Universidad: el Gaudeamus igitur. Feliz curso académico a todo el mundo.
8.9.14
Bruckner: Salmo 150
Anton Bruckner es especialmente conocido por sus sinfonías y por los líos que se montan a su alrededor por la inmensa cantidad de versiones y ediciones que hay de ellas. También son conocidas sus tres misas numeradas y alguna que otra cosa más. Sin embargo, si se analiza el catálogo de sus obras, se verá que lo que más abunda en él son las obras vocales, ya sea para coro solo o acompañado de piano, órgano, conjunto de cámara u orquesta. La mayoría son obras religiosas, pero también alguna que otra profana, que casi siempre utilizan textos que tiran a patrioteros (por no decir otra cosa). Una de sus obras vocales que más me gusta es este arreglo del Salmo 150, para soprano, coro y orquesta, escrito en 1892 mientras luchaba por terminar su Novena Sinfonía. Aquí lo tenéis.
1.9.14
Smetana: "El Moldava"
Llegó septiembre y con él volvió la rutina. Una rutina que nos acompañará durante un largo periodo hasta que un nuevo verano -ya hablo del nuevo cuando aún no ha terminado este...- vuelva a ralentizar el ritmo de nuestras vidas. En estos días es cuando evocamos esos buenos momentos que nos han dado esas semanas de descanso y de desconexión... Para evocar, la música es una gran herramienta y pocas músicas son tan evocadoras como esta descripción que hizo Smetana del Moldava, el río que pasa por Praga y riega sus tierras bohemias... Y nadie mejor que Rafael Kubelik, de quien este año celebramos el centenario de su nacimiento, para ejercer de maestro de ceremonias. Y si es con la Filarmónica Checa y en el concierto que supuso el retorno a su país natal tras la Revolución de Terciopelo, mucho mejor...